Después de hacer mi primera inversión con hipoteca con algo de miedo porque aún no conocía muy bien el proceso y aunque llevaba meses visitando ciudades y empresas que me asesoraran. Hice mi segunda hipoteca pocos meses después de la primera que me estaban pagando muy cumplidamente.
Una joven con apartamento (casi nuevo) propio en la norte de Bogotá con una bodega de la que recibía arriendos y empleada de una empresa (todo verificado), me fue presentada como una deudora que necesitaba varios millones sobre su apartamento, después de revisar todos los documentos accedí porque me pareció que estaba muy bien todo y la verdad si lo estaba. Hoy en día después de años en el sector también le prestaría el dinero.
Hicimos lo correspondiente en la notaría y unos días después que verificamos los pagos de las boletas de beneficencia y registro (les explicaré que es esto en otra ocasión) procedí a desembolsar y recibir mi pagaré.
30 días después estaba esperando mi pago y no llegó. La deudora me dijo que estaba en un hospital porque le habían apuñalado y la iban a entrar a cirugía, una completa tragedia. Medio mucha pena y le dije que me disculpara que apenas se recuperar me avisara.
Para no hacer el cuento tan largo, finalmente llegaron los 3 meses sin pago y la deudora no volvió a contestar; preocupado llamamos a los padres para saber de la deudora y de su condición de salud.
Me dijeron que ella esta muy bien, que nunca le había pasado nada, que él le había regalado ese apartamento porque era muy difícil vivir con ella y que hace unos meses no saben de dónde se fue de viaje con el novio y acababa de llegar porque se la había acabado el dinero y el novio la había dejado. Que el apartamento estaba abandonado con deudas de administración y servicios.
Asustado por mi capital procedí a sacar el certificado de tradición y ahí estaba mi nombre, es decir mi garantía.
Finalmente, ya que tenía la hipoteca, los padres me pagaron el dinero después de venderlo a un precio muy bajo, recuperé mi capital intereses.
Esto me dio una importante lección: Puedo hacer el mejor de los estudios, pero no sé qué va a pasar el futuro, sin embargo, si tengo mi hipoteca bien hecha tengo garantizado mi dinero.